Las acciones corporales han sido una tendencia en las artes visuales que han tenido una respuesta propositiva en el arte colombiano. Recordemos a Rosemberg Sandoval, Rosario Jaramillo o La Fulminante, cuyas obras se han mostrado en este museo. El arte del performance ha sido reconocido por los estamentos culturales gubernamentales, así como por los museos y demás instituciones que se interesan en exhibir el arte contemporáneo.
Presentamos por primera vez en este museo la obra de la artista María Teresa Hincapié, una de las pioneras del performance en Colombia. Como sabemos, las acciones corporales están estrechamente relacionadas con la danza y el teatro. De hecho, nuestra artista inició su formación en la esfera teatral, relacionándose con Juan Monsalve quien se interesaba en el teatro antropológico de Eugenio Barba, quien recomendaba el manejo del cuerpo basándose en experiencias con la danza y el teatro de distintas culturas. En sus viajes a Japón e India pudo conocer no solo el teatro experimental sino la danza Butoh, el teatro Nô y los bailes tradicionales hindúes.
Su presencia corporal se impuso en su propuesta que privilegió el gesto y su poética dando protagonismo a problemáticas como la soledad, opresión y abandono. La tensión de su cuerpo como instrumento ritual deseaba albergar distintas circunstancias de alineación tanto sexual como social. Muchas de sus acciones supusieron un alto grado de esfuerzo físico hasta llegar a los límites del dolor entendido como un gesto de expresión íntimo. Entre ellas son notables sus travesías a pie por vastos territorios en varios países entre ellos Colombia y México, como un gran gesto épico, simbólico y político.
En esta ocasión deseamos a través de fotografías y videos que documentan su obra ofrecer un panorama de su trayectoria vital. María Teresa Hincapié nació en Armenia, departamento del Quindío, en 1956 y murió a consecuencia de un cáncer prematuramente en Bogotá en el 2008. Dejando una obra significativa que pudo ser reconocida en Colombia cuando se le otorgó el Primer Premio en el XXXIII Salón Nacional de artistas de 1990. Así mismo propuestas suyas estuvieron presentes en el Museo Reina Sofía de Madrid, la Bienal de Venecia en el 2003 y la Bienal de Sao Paulo en el 2010. Después de su muerte en el 2010 el Museo Patricia y Phillip Frost de Miami presentó una retrospectiva de los documentos de su obra y trayectoria.
En esta oportunidad presentamos trabajos memorables de su propuesta como “Una cosa es una cosa”, “Vitrina”. “Divina Proporción”, “Estiramiento de Amor”, “Un marco de la tierra”, “El espíritu inexistente”, “El espacio se mueve despacio”, “Que locura” y “Quiero engendrar las gotas del rocío”, que seguramente darán una idea veraz sobre las reflexiones de la artista como mujer y creadora.
Miguel González
Curador